lunes, 1 de marzo de 2010

Chopin


Fryderyk Franciszek Chopin (en francés, Frédéric François Chopin, Żelazowa Wola, Polonia, 1 de marzo de 1810 — París, 17 de octubre de 1849) es considerado uno de los más importantes compositores y pianistas de la historia. Su perfección técnica, su refinamiento estilístico y su elaboración armónica han sido comparadas históricamente con las de Johann Sebastian Bach, Wolfgang Amadeus Mozart y Ludwig van Beethoven por su perdurable influencia en la música de tiempos posteriores. La obra de Chopin representa el Romanticismo musical en su estado más puro.
Chopin era de naturaleza intesamente apasionada y con los nervios a flor de piel. Se refrenaba cuando podía, pero era incapaz de reprimirse.
Todas las mañanas recomendaba una vez más la difícil tarea de silenciar su temperamento colérico, su odio cadente, su amor ilimitado, su pesar lacerante y su entusiasmo febril, y de mantenerlos en supenso mediante una especie de éxtasis espiritual, éxtasis en el que se sumergia a fin de conseguir en sueños un mundo encantado y mágico para vivir en él y captándolo en su arte, hallar una felicidad punzante.
Trabajando de una forma tan definitivamente subjetiva, no conseguía, ni por un momento, apartar la atención de sí mismo, para poder objetivar alguna cosa y comunicar sus sentimientos de un modo más indirecto mediante la elección y el tratamiento de sus temas. Precisamente por haberse sacrificado en la lucha, con pasiones y sufrimentos a la vez intensos e intensamente reprimidos, se hacía para él casi imposible tomarse un respiro y componer obras más extensas.
Sus mejores obras se componen en dimensiones reducidas y no podía ser de otro modo, porque cada una de ellas es el fruto de un breve momento de reflexión, el suficiente para reproducir las lágrimas y los sueños de un día.

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